El fabulista francés La Fontaine decía: "la paciencia y el tiempo logran más que la fuerza y la violencia". Y este sabio pensamiento nos recuerda lo que obtiene la gota de agua que cae pacientemente sobre la fuerte roca: Poco a poco la va tallando y llega el momento en que la penetra gracias a una constancia infatigable. Paciencia es la virtud que nos llena de paz y nos permite conservar la calma en situaciones desesperadas. La serenidad que crece en tu interior te vuelve fuerte y seguro, te regala calma y equilibrio. Con paciencia superas los momentos graves, reparas los errores y encuentras vientos favorables. La paciencia y la aceptación te permiten asumir lo inevitable y resarcirte sin perder el control. Vive unido a Dios porque Él es manantial de paz y nunca te abandona, es tu escudo protector y tu refugio. (Por Gonzalo Gallo, psicologo & filosofo)
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